Los dry coolers, también conocidos como “torres secas”, funcionan bajo el mismo principio que los enfriadores de circuito cerrado, pero con un consumo de agua extremadamente bajo. En comparación con el consumo de agua de una torre de enfriamiento de circuito abierto, el ahorro puede llegar hasta el 97%. Por esta razón, son considerados ecológicamente correctos, ya que no generan efluentes que puedan contaminar el medio ambiente y no requieren tratamiento químico.

Los modelos pueden ser suministrados en disposición vertical u horizontal, y su capacidad puede expandirse ilimitadamente uniendo módulos lado a lado, formando así un conjunto de enfriadores.

Algunos modelos pueden ser suministrados con enfriamiento adiabático complementario mediante boquillas de aspersión o lecho húmedo de última generación, que, además de proporcionar temperaturas de salida de agua más bajas, funcionan como filtros para proteger las aletas.